viernes, 19 de marzo de 2010

A JOSEMARÍA DE LOS SANTOS


Los vientos del frío enero
Te invitaron a pasear,
Ni las luces de navidad
Impidieron este paseo.

Caían lágrimas del cielo,
Pues no hacían más que llorar,
Te recibía la eternidad
Arrancándote de tu pueblo.

Serías hijo predilecto
Por tu labor y humanidad,
Tu alma no se pudo desatar
Del corazón de los visueños.

Hoy me mueven sentimientos
Que corretean sin cesar,
Abrazando una libertad
Deseada desde hace tiempo.

Hoy poetizo el cuaderno,
Hoy me dejo enredar,
Hoy vuelvo a la calle real
Para regalarte mis versos.

Y lo digo porque lo siento,
Y lo siento porque es verdad,
Que, si volviera años atrás,
Serías mi gran maestro.

Con este poema discreto
En este día tan especial,
Mi voz a punto de temblar,
Rompe, por fin, su silencio:
¡José María, te echo de menos!