sábado, 14 de noviembre de 2009


Decía Gustavo Adolfo Bécquer que la poesía nace de la inspiración; ésta habita en los sentimientos más profundos de cada uno de nosotros, sin embargo, todos sentimos y no todos somos tocados por el don de la inspiración.
Como amante de la lengua que soy, me lástima profundamente que la practicidad sea la bandera ondeante de nuestros días, que lo técnico- científico haya desplazado brutalmente a lo humanístico pero si dedico este artículo a la poesía no es para figurar como una plañidera y lastimosa, sino más bien para compartir con todo el que le apetezca mi profunda alegría por saber que hay gente que cree imprescindible la poesía.
Todavía recuerdo mi carpeta del instituto tatuada de por vida con “poesías” que recitábamos a tontas y a locas y nos dedicábamos como si fuésemos las “ilustres” autoras de las mismas. Desengaño, dolor, amor o ilusión, todos estaban presentes en esas estrofas que nos arrancaban un suspiro, casi siempre esperanzador.
Hoy día, soy testigo, no testiga, de que en eso las de la edad del pavo no han cambiado, siguen encandilándose con versos de amor, con estrofas de poco valor literario, pero… ¿qué más da?
Un visueño presenta mañana domingo su libro de poesías. Un terreno éste que conoce desde hace tiempo. Un lugar en el que deja entrever su más profundo intimismo, su “locus amoenus” personal. Lejos de pretender comercializar con su obra, huye del protagonismo, flashes y protocolos. Únicamente pretende saciar la necesidad de dar a conocer su yo- personal más insólito. ¿No es maravilloso? Escribir por el mero placer de hacerlo. Eso es ser amante incondicional. Como decía mi querido García Lorca: “la poesía no necesita adeptos, sino amantes”

lunes, 2 de noviembre de 2009

PARA GUSTO....LOS COLORES



LOS BOSQUES SERÍAN DEMASIADO SILENCIOSOS SI SÓLO ESCUCHÁSEMOS CANTAR A LOS PÁJAROS QUE MEJOR LO HACEN.